viernes, 8 de mayo de 2009

Etapa 1. Zamora - Tábara.


"TODO GRAN VIAJE EMPIEZA CON UN PEQUEÑO PASO"

Día 25 de Abril, sábado el despertador suena pronto (siempre los despertadores suenan pronto), son las 8:00 de la mañana...

Salimos del Hostal camino a la Pza de San Miguel donde está la Iglesia de San Juan de Puerta Nueva... nos llaman la atención muchas cosas pero por recoger una aquí hablaré de los orientales que están a unos 20 metros de dicha iglesia, sentados ante sus lienzos recogiendo con pinceles los detalles más recónditos de dicha iglesia...

Desayunamos en el "despacho de churros" que hay en esa Plaza, y tras ver la Catedral y encontrarnos con una "bicigrina" que había elegido la ruta León-Sevilla por razones de "ateísmo", empezamos a hacer Camino. La salida de Zamora no es excesivamente complicada si tenemos guía., en poco tiempo llegamos a caminos con más tierra de la deseada que hace que el pedaleo sea lento.

Pasamos por MontaMarta y ahí vemos el famoso Zangarrón, con él tenemos el primer despiste y nos hacemos unos 5 kilómetros por Caminos equivocados... antes habíamos preguntado a un lugareño si ese era el Camino de Santiago, la respuesta de "más o menos" la interpretamos como "no exactamente, pero ahí más adelante llegáis donde váis", pero quiso decirnos "ande váis alma de Dios"....



La hora de comer nos cogió en Riego del Camino, el Bar Pepe será nuestra "fonda", la dueña me pregunta que si soy famoso, que me parezco a uno que sale en las telenovelas... yo le pregunto que si es bueno al que me parezco y me dice que sí... no confía en mí, cree que sí soy famoso pero no lo quiero reconocer.... Le digo que somos 3 y que si podemos comer, piensa y me dice que sí... no hizo falta más, nos preparó su mejor lugar y sin preguntar nos preparó una ensalada y un filete de lomo... el sitio es para verlo... no os lo perdáis.


La tarde se fue echando encima, en Granja de Moruela tomamos el Camino Sanabrés dejando la ruta que lleva al Francés. Pasamos por encima del río Esla.



Y ahí la tentación nos enganchó, y es que al pasar el puente de la foto la flecha amarilla apuntaba a caminos estrechos y escarpados. La carretera fue tentadora - un purista del Camino siempre tirará por la flecha, nosotros decidimos carretera-, y así llegamos a Tábara.

El objetivo del día estaba cubierto, habíamos hecho 78,21 Kilómetros, habiendo estado 4h55m34seg sobre la bici, a una media de 15,87Km/h. Para el día siguiente daban mal tiempo y la cabeza decía cubrir parte de los más de 90 kilómetros que tendríamos... pero el cuerpo dijo basta, era el primer día y tampoco había que quemarse... la decisión fue acertada y es un buen consejo., el Camino es mejor beberlo a pequeños sorbos., sobretodo al principio.


Fuimos al Albergue de Tábara, nos encontramos a un ordenanza municipal que nos dió la llave. El albergue es pequeño (unas 16 literas), tiene para dejar bicis y caballos... le hace falta algo de mantenimiento. En el albergue decidí lavar ropa aprovechando un lavadero que había al lado., ahí encontré a otro ángel del Camino, a Carmen, vecina de Tábara que estaba lavando su ropa y que al verme la poca idea y maña que me daba se ofreció a enseñarme... gracias Carmen. Me dijo que en casa nuestras madres nos mal acostumbraban...

Los siguientes protagonistas de la historia son 2 bicigrinos que también hacen noche en el albergue, Miguelón y Jesús... dos personajes., dos nuevos compañeros de Camino.


Para acabar el día cenamos en El Roble, no hay mucho donde elegir y nos lo habían recomendado en el Bar Pepe. Allí nos encontramos con un grupo de unos 20 alemanes que estaban haciendo el Camino por etapas, salían de Sevilla y hacían ciertos recorridos andando que les parecía interesantes, el resto lo hacían en autobús con un autobusero que tenía guasa contando esta historia donde el único que peregrinaba era él recorriendo todos los días 20 kilómetros en autobús y echando el día esperando.


Mañana más... se supone que son 90 kilómetros... se supone...

2 comentarios:

  1. Bonita foto si señor.
    No te extrañe que Carmen sea mi madre que le gusta ir a lavar al lavadero.
    Buena estancia y buen camino

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  2. Gracias por el comentario.

    Me ha alegrado volver a leer la jornada que pasamos entre Zamora y Tábara, qué buenos recuerdos de lo vivido.

    Carmen fue un auténtico Angel, aprendí como lavar la ropa a mano... que paciencia tuvo conmigo!

    Saludos.

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